Andrea Echeverri, de florecita rockera a ruiseñora

Escrito por Boletin de Noticias. Publicado en Entretenimiento, Música

Fecha de publicación: febrero 28, 2013 con 0 Comentarios

La artista lanzó su tercer disco en solitario. Sin batería y sin bajo, construyó el ‘rock semilla’.

A Andrea Echeverri aún le dicen en la calle ‘Florecita rockera’. La llaman así, 20 años después de que apareció con el cabello corto y pintado de amarillo, en uno de los videos que marcaron la historia en Latinoamérica de la cadena MTV. Junto a Héctor Buitrago en ‘Aterciopelados’, fortalecieron su propuesta musical y la consolidaron como una de las mejores bandas de rock en el continente, según la crítica especializada.

Luego vino un receso discográfico. Fue así como llegaron los trabajos en solitario de cada uno. Echeverri fue madre por primera vez y plasmó esa experiencia en el que fue su primer disco, producido por Buitrago. Luego desarrolló su segundo disco hasta que llegó ‘Ruiseñora’, el disco que por más de un año construyó en un amplio estudio en su casa, en Teusaquillo, en donde probó todo tipo de instrumentos con cuerdas y semillas. Descubrió que en 20 años había aspectos musicales que le faltaban por aprender. Esta vez quería hacer algo más que componer y cantar.

El resultado fue el “rock semilla”, como lo llama, el cual construye melodías con instrumentos que comenzó a incorporar en sus canciones. “Es un disco bien rockerito, pero no hay batería y tampoco bajo”, dice. Para lograrlo, tardó días enteros probando instrumentos con semillas y cuerdas. Ahora que lo terminó, se muestra orgullosa del resultado. “Suena muy mío porque aprendí de todo para poder hacerlo solita. Aquí quería independizarme y me tocó aprender a grabar, porque no sabía. A diferencia de los anteriores, ‘Ruiseñora’ es más mío, más artesanal. Suena más a mí”, reitera.

Sobre ese proceso creativo, la bogotana habló para EL TIEMPO.COM y confesó que su pasión por la cerámica influyó en este trabajo discográfico. También dijo que por el momento disfruta de su camino en solitario y que un nuevo disco con Aterciopelados podría darse para el año 2015.

¿Qué es ‘Ruiseñora’?

‘Ruiseñora’ es mi disco número tres. El primero fue producido por Héctor y fue alrededor del nacimiento de mi primera hija. Entonces era mío, en la medida de que todas las canciones eran escritas por mí y conceptualmente giraba entorno alrededor de un evento importantísimo de una mujer. Ese fue ‘Andrea Echeverri uno’, en 2004. Hace como dos años salió el ‘Andrea Echeverri dos’ que, en el proceso en el que estoy ahora, fue muy importante y tuvo que ver con que entendí que yo sola no me defendía. Sola no me sabía sonar, ni enfrentar a un auditorio. No sabía muchas cosas. Después de muchos años en el oficio, me había estancado como en otras cosas. En otros momentos me satisfacían, porque mientras los chicos hacían producción, me iba de compras. En ese momento de mi vida eso ya no me gustó. Sentí que necesitaba de esas cosas de producción como para estar en control.

¿Qué vino entonces?

Empecé un proceso chévere de aprender a tocar sola, construir un sonido alrededor de mis habilidades, porque es diferente estar acompañado de cinco músicos o sumercé solo. Comencé a aprender ‘Protools’, que es lo que sumercé usa para hacer discos.

La primera cosa que hice fue ‘Andrea Echeverri dos’ y para mí fue muy emocionante porque después de tantos años en un oficio, se mete uno en unas rutinas y se aburre. Aprender a hacer cosas es muy excitante, muy rico. Entonces ese disco salió de ahí. ‘Ruiseñora’, que es el tres, es como otro paso. Más maduro. Ya había hecho uno, entonces el segundo fui más lejos y encontré un lugar sonoro más profundo, único y femenino. Los dos discos tienen algo de encerrarme y cacharrear porque en ‘atercios’ muchas veces trabajé como que: sumercé llama a los mejores para que lo acompañen. Aquí lo que quería hacer era lo contrario y era que sonara a mí, así fuera ‘chamboncita’ en algunas cosas, pero en otras me irá mejor.

Me demoré más de un año haciéndolo, pero llegué a un lugar único porque suena a mí. Tiene mucho de chica, de feminidad, empoderamiento, critica el machismo, la violencia y la sexualidad descontrolada. Hay cosas con mis hijos. Hay una canción, por ejemplo, que se llama ‘Cuando yo sea chiquito’, y fue cuando mi hijo comenzó a decirme que cuando yo fuera chiquita me iba a llevar al colegio o me iba a dejar entrar a su casita mágica y esa frase me trajo muchísimas cosas. ‘Ruiseñora’ es, en realidad, mi segundo intento de productora, sesionista y arreglista.

Y en este trabajo exploró otros sonidos…

Creo que altiplano siempre ha habido. Héctor Vicente Buitrago (integrante de Aterciopelados) era más el de lado costeño. Yo soy más de montaña. Hablando con un periodista salió el término ‘rock semilla’, que es un término que me pareció super bonito. Está rockerito. Tiene pasillo y esos aires, pero también rock.

¿Y qué es eso de ‘rock semilla’?

No tiene batería. Primero, no sé tocarla y estaba un poco harta del ¡tah!, ¡tah!, porque ahí es cuando todos los volúmenes comienzan a subir. Yo quería algo más suave. Entonces, (‘Ruiseñora’) tiene muchas semillas. Tiene maraca, maracón, maraquita, pandero y chequeré. Y tiene cajón, que es lo que tiene de reemplazo de la batería. Al final quedó con muchos patrones casi respiratorios. Me parece que a nivel percutivo, llegamos a un nivel muy bonito. Es lo que yo siento. No hace falta ese golpe de la batería para que haya fuerza, porque la encontramos en otra parte. Quedó lindo, a punta de semillas y cajón. Es que eso que se va tocando con las manos, me parece bonito. En cambio dándole con unos palos… como que todo ahora es más artesanal.

¿Eso tiene que ver con su pasión por las cerámicas?

Soy ceramista y me hacía mucha falta esa cosa de la artesanía en la música en todos esos años en los que me iba de compras mientras los chicos producían. Esa aproximación de los detalles, como en la cerámica, me faltaba con la música. Y eso fue lo que encontré haciendo todos los pasos del proceso y encerrándome días enteros ‘cacharréandole’ a una percusión. Es lo mismo que estar haciendo una cerámica. Más artesanal. Además, tampoco tiene bajo. Nosotros dijimos: bajo eléctrico… como que no le pega. Hay que buscar algo bien orgánico. Entonces, hace como un año, viajé a un encuentro de chicas y me encontré a Susana Baca. En un desayuno le conté que quería un guitarrón de mariachis, como pensando en un bajo. Me recomendó: búscate una leona. Y yo me fui a una calle del DF, que se llama Bolívar, que está llena de cosas de música y después de tanto buscar la vi y me enamoré. Y ese es el que hace de bajo en el disco. Es una belleza mi leona.

Hay una canción de nombre ‘Florence’. ¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir con esta canción?

Fue el primer sencillo del disco. Es una canción que escribí, después de leer un libro de Florence Thomas que se llama ‘Conversaciones con Violeta’. La canción trata un poco de desmontar el mito de la media naranja, del príncipe azul, de dejar a un lado eso de que lo que uno necesita para ser feliz es un hombre y que eso, digamos, le va a dar su rumbo, su satisfacción. Es ir desmontando eso porque es mentira, evidentemente; aunque todo el tiempo esté implícito en novelas y el cine.

En todas partes nos están diciendo a las chicas que lo que necesitamos es un hombre. Hay que bajar un poco eso y luego reforzar esas nociones de independencia: (canta) “primero enamórate, pero de ti misma y deja de ser el reflejo del otro. Entre mujeres hagamos conexión”. Esa frase fue clave porque entre nosotras hay muchas tensiones complicadas que hay que trabajarlas. Fue super bonito porque vivimos en una sociedad muy machista.

Se le ve mucho en temas relacionados con lucha contra la desigualdad social. ¿Qué ve usted en el panorama para estar tan activa en esos proyectos?

A mí me parece que la música es muy poderosa y lo que sumercé diga por ahí le entra a mucha gente. Ahí hay un poder de esparcir ideas, conceptos y energías, que es tremendo, y que puede ser usado a lo bien, a lo mal. Creo que esas canciones así supersexuales y que a las chicas nos dejan más o menos de trapeador, también son poderosas y esas también entran a la gente. Por eso la sociedad está un poco como está.

Desde hace tiempo estoy convencida de que si a mí me dieron un don, es para lo contrario. Se trata de buscar alternativas sostenibles, como de imaginar un planeta más igual, más de todos, menos agresivo. Para eso son las canciones.

La crítica especializada destacó a Río, de Aterciopelados, como uno de los mejores discos latinoamericanos de la historia. ¿Cómo recibieron ese elogio?

Es chévere. La lista (de la Rolling Stone) estaba muy buena. Estábamos con ‘Re’ de Café Tacuba, que es uno de esos discos grandiosos. Entre Cadillacs, Manu Chao, con los Mutantes y Julieta. Estábamos bien acompañados. Chévere, es bonito.

Se destacó a ‘Río’ y no a ‘El dorado’. Eso quiere decir que ha habido una evolución que ha gustado…

Eso fue chévere porque si hubieran puesto en la lista a ‘El dorado’, también lo habría sido, pero como que de alguna manera legitimaron esa cosa como evolutiva y desmontando lo comercial. Porque ‘El dorado’ fue lo que más se vendió y a mí todavía me siguen diciendo ‘Florecita rockera’ y eso tiende a suceder. La gente se queda en un momento exitoso, con el pelo monito… se quedan como con una idea en la cabeza. Entonces que haya sido ‘Río’ el destacado es algo gratificante porque uno lo siente más maduro. El otro, ‘El dorado’, creo que aún estaba como un diamante en bruto.

¿Y frente a proyectos de Aterciopelados, qué viene en camino?

Lo que hablamos con Héctor fue de un año sabático. Y la idea del año sería que cada uno se dedicara a su proyecto solista. Pero es que un año es muy poquito. Eso fue lo que demoré en hacerlo. No me he sentado a hablar con él del tema. Por ahí me dijeron que escribió en la red que en el 2015. Puede ser buena fecha porque en un añito creo que la gente no se ha ni enterado que estamos en proyectos. Es mejor dar un rato a que cada uno de nosotros haga cosas por su lado.

*Andrea Echeverri se presentará el próximo 8 de marzo, Día internacional de la mujer, en el teatro Jorge Eliécer Gaitán, en donde dará a conocer las canciones que integran su disco ‘Ruiseñora’.

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