Slendy y Gustavo tienen algo en común. Son seguidores de Fredy, viven en el norte y son testigos de las obras que ha gestado para este sector. En su apoyo a la campaña, se conocieron por el trabajo a favor de su comunidad.

Así se creó el escenario perfecto para que Gustavo se atreviera a pedirle
matrimonio a Slendy el pasado 13 de septiembre frente a sus amigos y familiares en la sede de Fredy en San Alonso. Hasta ayer el amor se selló bajo ritual católico donde Fredy asumió el rol de padrino.

Fredy jocosamente en medio de la fiesta de esta pareja, recordó que en su carrera política sus amigos le pidieran ser padrino no sólo de matrimonio sino de bautizo. ‘Soy afortunado de tener ahijados y por ellos es que pienso trabajar, me enorgullece tener este rol aparte de cuidar a mi familia’, dijo a los invitados de esta celebración.

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