El paro agrícola tiene su razón.

Por Alirio Gómez Martinez

En los últimos tiempos, 15 años, se dedicaron los gobiernos a estimular más que al maíz la coca, más que el plátano a la palma aceitera, más que los frijoles el caucho y así sucesivamente todo. Nos obligaron durante 8 años a aceptar por encima de la comida, el pan coger, la agroindustria porque beneficiaba determinados sectores económicos. Los estímulos de antes los fueron desapareciendo y se trató por todos los medios de convertir a nuestros pequeños cultivadores en peones de los poderosos y se les cerró el paso a ser mini empresarios.

Las tierras de nuestros agricultores fueron a parar en manos los, traficantes, grandes empresarios como los Fondos Ganaderos, los de palma africana o caucho, cultivos de paramilitares y guerrilla como las FARC y el ELN. Los gobiernos de Uribe lo toleraron, aún más, los estimularon. Es triste, por ejemplo saber que Antioquia durante toda su existencia cultivó y exportó maíz por toneladas. Nadie les ganaba. Se le conocían como los maiceros. Hoy son importadores del grano, lo traen del exterior para poder hacer el “peto” y sus arepas. Este es solo uno de los centenares de ejemplos colombianos.

Hay personas que recuerdan como en el gobierno anterior, a través de un ministro de Apellido Arias, involucrado con la justicia por asaltar los recursos de los campesinos, de política conservadora y auto proclamado derechista, busco darle la tierra de los campesinos desplazados a uno grupo de industriales. El más aberrante intento fue con 14 mil hectáreas en los Llanos Orientales. Codició pasarse por la faja un fallo de la Corte Constitucional. En el Urabá antioqueño los familiares del entonces presidente cometieron desafueros contra los campesinos al punto que hubo que encarcelar a uno de ellos, un primo. ¿Qué decir del departamento de Córdoba, Norte de Santander, Santander, Huila, Tolima, Nariño, Cauca, etc.?

El “desarrollismo” de Álvaro Gómez Hurtado, que le impidió ser presidente, la gente le tenía miedo, fue llevado a la práctica y a traición por Álvaro Uribe Vélez. Su lema: “hacer más pobres a los pobres y más ricos a los ricos” y se ensañó en el agro para convertirlo en el sector de menos empleo y de pobres, a la fuerza y amenaza de los para militares, los pasaron de ser pobre a miserables. Los campesinos desplazados en todo el país llegaron a pasar de cinco millones y se implantó la política de beneficiar al agresor y despreciar al campesino. Los cordones de miseria crecieron en las ciudades y el nivel de producción de alimentos bajó severamente.

Ahora presumo que nos tocará que comer caucho y tomar aceite destinado a convertirse en combustible. Es la época cuando el desarrollismo inhumano, cruel e insensible de Álvaro Gómez Hurtado, ejecutado por Álvaro Uribe Vélez, hace crisis y el agro tiene que protestar para que le quiten ese mal de encima. En los últimos 3 años la cuestión evolucionó y los campesinos ven la posibilidad de volver a las épocas en que ellos tenían valor y se les estimulaba para que produjeran comida. Un país solo comienza a caminar a su desarrollo social integral, beneficios para pobres y ricos, cuando tenga seguridad alimentaria y agricultores sin miedo a paramilitares o guerrillas, que haya paz, créditos y respaldo.