Con pérdidas en el último año que sobrepasan los $743 millones, una parálisis de la producción desde febrero pasado y graves denuncias sobre supuestas irregularidades administrativas; permiten creer que el futuro de Fertilizantes Colombianos SA es sombrío. Un debate de control político cumplido este martes en la Asamblea de Santander, sirvió para que la Duma instara al gobierno departamental a pasar de las palabras a los hechos.
A criterio del diputado Luis Roberto Schmalbach Cruz, no ha existido voluntad para sacar de la crisis a la empresa. Una de las grandes oportunidades que tuvo la compañía para salir de su compleja situación fue la venta de cinco lotes, entre mayo de 2014 y diciembre de 2015, por valor de $69.146 millones, pero a la fecha se tiene un saldo pendiente de $31.790 millones. “El caso más preocupante tiene que ver con el lote de 109 mil M2, por valor de $30.116 millones y del que solo se han recibido $3 mil millones, teniendo un saldo pendiente de $27.116 millones”, reveló.
El panorama de la factoría no pinta bien, de ahí la necesidad de avanzar cuento antes en el plan de salvamento. Entre 2014 y 2016, se evidencia un descenso en la producción de insumos y fertilizantes líquidos al existir restricciones de almacenamiento y comercialización. Además, hay problemas operacionales debido a los años de vida útil de la maquinaria, que en algunos casos superan los 50 años y las constantes paradas intempestivas de planta debido al desgaste y falta de recursos para el mantenimiento.
“Desde 2008 para acá hemos realizado un sinnúmero de debates en la Corporación, tanto en el recinto como descentralizadas, buscando que la empresa no desaparezca. Con lo que atraviesa la economía en Barrancabermeja, con la no ejecución de la modernización de la refinería y la recesión económica, cumplir con el plan de salvamento de Ferticol se hace urgente y necesario, eso lo comparto. La compañía genera 238 empleos directos y muchos indirectos”, recordó el Presidente de la Asamblea de Santander, Carlos Alberto Morales Delgado.
Pero además de los graves problemas financieros y operacionales, Fertilizantes Colombianos vive su propio infierno en materia administrativa. El Contralor Auxiliar de Santander, José Joaquín Plata, reveló que “producto de la auditoría realizada a la compañía en 2015, se generaron 36 hallazgos administrativos, ocho con incidencia disciplinaria, tres fiscales y uno sancionatorio”. Además, no hay evidencia del cumplimiento de resultados, según el Ente de Control.
La preocupación es latente por el futuro de la empresa porteña. Los diputados Yolanda Vargas y Mario Antonio Cárdenas, presentaron su voz de alerta, por lo que solicitaron al Gobernador Didier Tavera, invertirle a la factoría y generar dividendos económicos y sociales. “Hay unos acreedores (de los lotes vendidos) que no han pagado y si esa plata entrara se podrían tener una caja y salvar la empresa que es de una riqueza incalculable”, reconoció Cárdenas.
Tras escuchar a los trabajadores, al gerente y al Secretario de Agricultura de Santander, la Asamblea Departamental concluyó que es necesario levantar el paro y volver a producir, “para que no exista justificación de privatización”, dijo Schmalbach. Además, celebró que no se cambie la composición accionaria e instó a desmontar uno de los dos sindicatos que actualmente operan, porque “eso es genera división”.
La Duma santandereana también requirió al gerente a poner la cara, ante las críticas que hace dos meses no visita su despacho. “Hay potencialidades que permiten salvar la empresa, aceptamos la propuesta de un socio en producción pero que ojalá sea un inversionista de Santander”, destacó el diputado Carlos Alberto Morales, al tiempo que destacó que “la marca Ferticol es un valor agregado que ya cuenta con un mercado ya construido”.
A criterio del Secretario de Agricultura de Santander, Sergio Isnardo Jaimes Ochoa, “hay un grupo de inversionistas interesados en el negocio de la generación de energía. “Sobre la oferta comercial y el respectivo contrato de cuentas en participación, pesa una cláusula de contrato que ya se firmó y está en vía de legalización. Tendrá una duración inicial de nueve años y permitirá un ingreso adicional anual estimado para el primer año de $1.800 millones”.
El otro proyecto consiste en el mantenimiento preventivo y correctivo de varias plantas, indispensable para mejorar la producción. “Solamente con el aumento de la producción, Ferticol podrá atender todas las demás obligaciones. Para la concreción de este negocio se utilizará la metodología open book, que usa Ecopetrol para este tipo de proyectos y que consiste en una etapa preoperativa en la cual las dos partes fijan los lineamientos técnicos y operativos del contrato, los márgenes proyectados y el porcentaje de participación”.
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