EL COMPROMISO DE LOS COLEGIOS FRENTE AL ABUSO SEXUAL EN NIÑAS/OS Y JOVENES

Lamentablemente las estadísticas muestran que la violencia sexual y física es ejercida por figuras
paternas, familiares, conocidos del hogar o del entorno que la victima frecuenta y convive, esta
situación no discrimina estrato social y se ha mantenido a lo largo del tiempo.
Según el ente de control en el año 2023, se han registrado en el sistema de información unificado de
convivencia escolar- SIUCE, 1.351 casos de agresión escolar, constitutivo de presuntos delitos
contra la libertad, integridad y formación sexual, en los cuales 968 victimas son de sexo femenino,
asimismo del total de estas situaciones registradas 1.123 se han presentado en instituciones
educativas oficiales y 228 en colegios no oficiales.

En el momento de conocer las situaciones de abuso sexual es necesario poner en conocimiento el
delito ante las autoridades competentes, en el caso de que la victima sea un menor de edad, los
familiares, educadores, médicos u otras personas, que tengan conocimiento de lo sucedido,
especialmente por evidencia o discurso del menor de edad, están en obligación de ser red de apoyo
de la víctima.
Gerry Biasingame es un experto en políticas de protección infantil y abuso sexual y ha escrito sobre
las necesidades de las políticas efectivas y la implementación, de protocolos en las escuelas para la
prevención. También Laura K. Murray investigadora y profesora se centra en el impacto del abuso
sexual en la salud mental con aplicación en el entorno escolar.
Es común que las niñas/os presenten escasa capacidad para resistirse ante las insinuaciones del
abusador y revelarlo especialmente aquellos que todavía no hablan o muestran retraso en su
desarrollo, también son vulnerables las niñas /os que se encuentran carentes de afecto al interior de
sus familias y las edades suelen ser 6-7 o 10-12 años de edad; por consiguiente los entornos
académicos deben promover el desarrollo de autoestima saludable, orientar a las niñas/os y jóvenes
y generar consciencia de su valor y la necesidad del cuidado de su cuerpo y una buena
comunicación con sus padres, educadores y adultos significativos.
En la actualidad, aunque las entidades académicas asumen el rol de cuidador y protector de las
niñas/os y jóvenes, aún faltan políticas y protocolos adecuados para tener en cuanta al momento de
denunciar los casos de abusos. A su vez se puede capacitar más al personal escolar en temas de
prevención y manejo de abuso sexual, pero también familias y victimas sienten miedo por la presión
social y la estigmatización y a no ser creído al momento de denunciar.
Hsbien.com